SIMILITUD ENTRE LA TEORIA BIOCENTRICA DEL COSMOS Y EL BIOCENTRISMO
SIMILITUD ENTRE
LA TEORIA BIOCENTRICA DEL COSMOS Y EL BIOCENTRISMO
La Teoría Biocéntrica del Cosmos (vida increada al interior y contorno
de las partículas subatómicas) del Peruano Robert Salas Falconi y El Biocentrismo
(teoría del universo biocéntrico) del Estadounidense Dr. Robert Lanza, tienen para
mi criterio; algo en común, como si los autores; expusieran la misma verdad, pero
en distintos espacios, diferentes idiomas
y argumentos.
El Biocentrismo, se publicó
en ingles en mayo del 2009; y la Teoría
Biocéntrica del Cosmos, se publicó en español en marzo del 2011. Aquí debo aclarar
que según la contrata de edición, en agosto del 2008, entregue el manuscrito a la
Editorial Artnovela Ediciones SRL de Argentina, para su corrección y conversión en libro
de 300 páginas (ISBN 978-987-1477-74-6) incluido un glosario biocentrista. La tardanza
en publicar según la editorial, fue causada por la crisis económica mundial que
golpeo a Argentina.
El Biocentrismo, asevera
que “la vida crea el tiempo, el espacio y al mismo cosmos”. Mientras que la Teoría Biocéntrica del Cosmos basándose
en las leyes mentales del mundo invisible y en las leyes físicas del mundo
visible, admite que la vida increada y discreta, es lo primario y determinante;
mientras que la materia infinita y eterna pero precaria en su forma finita, es
lo secundario y determinado. Por eso la vida discreta, increada y eterna (aquello
que abandona a nuestro organismo cuando expira), es la realidad última de las
partículas subatómicas. ¿Pero como se crea en reversa y sujeto a la física
cuántica, la materia a partir de la vida? Veamos sintéticamente, lo que al
respecto, dice la Teoría Biocéntrica del
Cosmos de Robert Salas Falconi.
En
el campo mental infinito, continuo y curvo sobre la cual se mueve el campo
electromagnético también infinito pero discontinuo, existen incontables vidas
discretas desprendidas de la vida universal infinita con designio inteligente. La
vida discreta sea protónica, neutrónica o electrónica; autogira y se expande –
contrae por unidad de tiempo (oscilación pulsativa) análogo al diástole y
sístole del corazón. El polo mental positivo (causa activa) de la vida
discreta, se halla en su centro interno; mientras que el polo mental negativo (causa
pasiva), se extiende en su contorno esférico.
Cuando
en una vida protónica por ejemplo, la causa activa interacciona con la pasiva o
viceversa (oscilación pulsativa), se genera dentro de la vida protónica (figura
7 página 59), ondas monofásicas de consciencia protónica. Estas ondas una vez
generadas, se propagan en sinusoide para después, desfasarse en 900
psíquicos fuera de fase.
Si
en una onda de consciencia protónica, la componente mental se adelanta a la
eléctrica en 900 psíquicos fuera de fase, la consciencia protónica desfasada,
se revela como mente protónica o energía psíquica. Pero si la parte eléctrica es
la que se anticipa a la mente también en 900 psíquicos fuera de fase;
la consciencia protónica esta vez, se manifiesta como electricidad protónica o
energía física con capacidad de masa (propiedad esencial de la materia) variable
en función a su velocidad; por tanto, idóneo a la ecuación de Einstein E = MxC2.
La
electricidad de cualquier origen, frecuencia, polaridad, intensidad y voltaje, es
una forma de energía física con masa como la medida de la inercia y nexos
gravitacionales. Con esta masa la vida protónica, crea por involución y alrededor
de su causa activa (núcleo central), materia inicial llamada protón; la cual se
establece, dentro de la vida protónica (que lo diseña, suscita y sustenta) como
el imán visible, dentro de su campo magnético invisible y circundante.
La
vida protónica, posee poder mental supraconsciente, lógica inductiva y designio
social derivados de la vida estelar a través del sol. La vida neutrónica en
contraste, tiene poder mental subconsciente, lógica deductiva y designio
biológico venidos de la vida planetaria por medio de la Tierra. Cuando las
vidas protónicas a través de los protones se asocian con las vidas neutrónicas
por medio de los neutrones, surge la vida atómica en cuyo interior, gira el
átomo (cuyo núcleo en
el campo nuclear fuerte, se forma por
protones y neutrones) como elemento fundamental
de la materia.
La
causa activa de la vida atómica, funda en cada átomo, el principio autoconsciente, autosuficiente,
autorregulado y autodeterminado necesaria para el auto desarrollo de la naturaleza.
Por eso la vida atómica, radia a través del átomo pero por lado del protón,
vibraciones de poder mental supraconsciente, lógica inductiva y designio
social. Mientras que por el lado del neutrón, el átomo radia poder mental
subconsciente, lógica deductiva y designio biológico. Así con las fuerzas primordiales
de la naturaleza (campo gravitatorio, electromagnético y nuclear), las vidas
atómicas y sus átomos, crean vida molecular y una molécula; mientras que éstas,
crean vida celular y una célula. Así las vidas atómicas guiadas por sus causas
activas, crean por involución, evolución y devolución; todas las formas y
estados de materia inorgánica, orgánica, biológica y humana.
Una vez que la vida universal
infinita y con designio inteligente, crea materia; nace nuestro concepto psíquico del tiempo ─ espacio.
Luego cuando la materia grande como la estrella o pequeño como el neutrino se
mueve con respecto a otro en reposo, aparece el concepto físico del tiempo ─ espacio. Así la vida definida como
movimiento auto sostenido, no solo crea al cosmos; si no también, crea al
espacio y tiempo. De esto resulta que los atributos psíquicos de la vida, son
la consciencia, mente y memoria; mientras que sus atributos físicos, son el
espacio, tiempo y masa definida en física clásica, como cantidad de materia.
El neutrón como cualquier
materia, es la propiedad corpuscular o aspecto físico, visible, negativo,
finito, definido, inestable y destructible de la vida neutrónica; mientras que
la propia vida, es la propiedad ondulatoria o aspecto psíquico, invisible,
positivo, infinito, indefinido, estable y eterno del neutrón. Del mismo modo,
nuestro organismo y su mente consciente o cerebral, es la propiedad corpuscular
o parte visible y mortal de la vida humana; mientras que la propia vida humana
y su mente subconsciente, es la propiedad ondulatoria o parte invisible,
psíquico, inmortal y reencarnante (cohesión electro mental entre la vida y la célula
diploide) del organismo. Así, el organismo y la vida humana (que
lo diseña, suscita y sustenta), no están separadas en ninguna parte, cada uno,
es parte del otro; y ambos, son partes inseparables de la vida universal
infinita en cuyo interior, gira el universo curvo sin principio ni fin.
Ahora
bien, desearía
que este extracto de la Teoría
Biocéntrica del Cosmos, sea cotejado con el Biocentrismo para obtener una evaluación. Desearía asimismo que
este escrito, alcance al Dr. Robert Lanza para su comentario o llegue a los
editores de Libros Ben Bella para una posible impresión en inglés. Esto posible
por que la contrata firmada, no tiene exclusividad; lo que me faculta convenir
futuras ediciones con otros editores además de Artnovela Ediciones.
Robert Salas Falconi
E.
Mail: pymander1942@yahoo.com
Teléfono: 056 – 211690
Ica – Perú
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