¿QUE ES LA TEORIA BIOCÉNTRICA DEL COSMOS?

Primera Parte:

¿ QUE  ES  LA  TEORÍA  BIOCÉNTRICA  DEL  COSMOS ?

Condensado del libro “Teoría Biocéntrica del Cosmos” (Vida increada al interior y contorno de las partículas subatómicas). Resumido, por su autor Robert Salas Falconi.

Ver  blog

Apreciado lector, retorno nuevamente a Ustedes, publicando este articulo en dos partes separadas. Mis sinceras disculpas, por mi larga ausencia y la suspensión involuntaria; de mis escritos periódicos en Internet. Desde ya, mi agradecimiento por su amable comprensión y espera.

 

La vida humana eterna, en cohesión electromental con nuestro organismo mortal, evoluciona en simultáneo, con el sol y los doce planetas. Por estos cambios en coincidencia, cambia nuestra consciencia, mentalidad y la comprensión de los fenómenos y realidades de nuestro entorno. Como efecto histórico de estos cambios, el conocimiento humano que empezó con una simple sensación; ha evolucionado mucho en la conquista del mundo material. Ha progresado, gracias a los miles de años de investigaciones, descubrimientos y recopilaciones que hicieron, aquellos hombres que sufrieron por sus postulados científicos; el escarnio de las religiones o instituciones, como la santa inquisición.
Pero a pesar del aparente progreso de la comunidad científica; a la fecha, nada está dicho del todo a satisfacción. Tomemos por ejemplo, el caso de la luz; ¿Qué es la luz? Con certeza, nadie sabe si es onda o es partícula. Ante este misterio incognoscible, los hombres de ciencia se han visto obligados en aceptar, dos teorías opuestas, sobre un mismo fenómeno. Según el caso, la luz es onda y también es partícula, en tiempos diferentes. Si es así con la luz que está tan cerca a nosotros como el aire que respiramos, ¿qué tanto entonces podemos saber con certeza acerca del cosmos infinito y del hombre inmortal alojado en un organismo mortal?
En verdad, lo poco que sabemos sobre el universo y sobre nosotros mismos en nuestro aspecto físico y psíquico, no es definitivo ni inmutable. Como ya dije, con el tiempo, cambian las realidades que nos rodean; por la cual, cambia también, nuestra consciencia, mentalidad y nuestras percepciones  del mundo. Cuando esto acontece, las teorías que intentan explicarlas; también, cambian. Por eso, las teorías actuales si acaso hoy sean apreciadas como quimeras; tal vez mañana, sean verdades relativas. Mientras que las teorías de ayer, en lo futuro, pueden ser falsedades como ocurrió con la teoría geocéntrica. Es decir, lo que ayer parecía una mentira como la teoría heliocéntrica, hoy es una verdad y lo que ahora parece una verdad, más tarde, puede tornarse, en una mentira”.
No olvidemos que en nuestro mundo paralelo (visible e invisible), “nada es del todo verdad, nada es del todo mentira; todo depende del tiempo, espacio y la consciencia de quien lo califique”. Esta sencilla premisa, se verifica en que en la historia de la humanidad, ninguna doctrina teológica o filosófica, ni teoría científica alguna, ha descifrado del todo a satisfacción, los enigmas del ser y las realidades físicas y psíquicas del mundo; por eso, ningún concepto idealista, materialista o biocentrista; puede intentar, que se le atribuya, la única poseedora, de las verdades racionales y empíricas (del “empeirikon) habidas y por haber.  

Ahora bien, en algún momento de nuestra existencia física, descubrimos que nuestro organismo; es transitoria, comparada con nuestra vida eterna y multidimensional. Como organismo, sólo somos fugaces pasajeros que partimos cuando nacemos y llegamos a nuestro destino final; cuando la muerte, sorprende a nuestro organismo. No importa si somos ricos o pobres, negros o blancos, viejos o jóvenes, vegetarianos o carnívoros, abstemios o bebedores; llegado el momento, todos estaremos frente a la muerte porque “vivimos para morir y morimos, para volver a nacer”. Así de simple, es la ley mental, emanada y sustentada, por la vida universal infinita; en cuyo interior, gira el cosmos infinito.    

Cuando con tristeza vemos que nuestros seres queridos nos abandonan o cuando nosotros mismos, presagiamos que se acerca nuestra partida al “más allá”, recién dejando de lado nuestras altanerías, orgullos y vanas presunciones; en el silencio de nuestra soledad, nos preguntamos: ¿Dónde estuve antes de nacer? ¿De dónde vengo y hacia dónde me dirijo? ¿Por qué y para qué estamos aquí en la tercera dimensión del mundo? ¿Qué es la vida y la muerte? ¿Por qué y para que morimos? Cuándo muere nuestro organismo, ¿acaba todo para nosotros? O, ¿conservamos alguna forma de identidad y alguna modalidad activa de nuestra consciencia, mente y memoria inmortales?
Los más inteligentes, se harán todavía estas preguntas; ¿Cómo, la nueva vida humana por nacer, surge en la matriz de la gestante y reencarna en la célula diploide o zigoto; para después, nacer a través de un feto? ¿En qué se transforma nuestro organismo visible y nuestra vida invisible, después que acontece la muerte? Cual fue primero, ¿La vida creadora y eterna o la materia creada (por evolución) y mortal en su estado y forma finita? ¿La materia universal, infinita y eterna; procede por auto mutación de la vida universal, infinita y eterna o, es creación mágica, de alguna entidad extra inteligente, extra material y antropomorfo llamado Dios? Esta serie de  inquietudes, constituyen en esencia, el problema básico de toda persona mentalmente, evolucionada.  
En el transcurso histórico de la humanidad, sólo dos grandes teorías de
trascendencia universal pero en pugna recíproca; han sido formuladas en diferentes lugares y fechas. Se enunciaron, con la intensión, de resolver el problema básico del hombre perspicaz. Así, cada teoría, expone su propio concepto, sobre la causa primera y los fines últimos de las realidades en evolución cósmica (física y psíquica) y en espiral. Con exclusión del agnosticismo que sólo intenta conciliar al materialismo con el idealismo; estas, son las teorías en conflicto:   
1.- Teoría teológica o concepción idealista.
2.- Teoría científica o concepción materialista.

La concepción idealista, asevera que un supuesto personaje espacial advocado Dios, ha creado a partir de la “nada”, toda forma y estado de materia. Luego, con una porción de materia (barro) en mano según el idealismo religioso, Dios habría creado mediante un “soplo de vida” (arte de magia), al organismo humano. Nos habría creado, exactamente a su imagen y semejanza; tanto en lo psicológico (amoroso, regañón, vengativo, castigador, etc.) como en lo morfológico.
Contrariamente, la concepción materialista, afirma que el hombre, es quien ha creado exactamente a su imagen y semejanza, un concepto de Dios o una imagen ilusoria de un ser único, sobrenatural, todopoderoso al que se le atribuye, la creación y dirección del universo. Además, con la hipótesis de Darwin, el materialismo, asevera que el organismo del simio; se ha alterado en organismo humano, debido a la actividad que los monos pretéritos, realizaban en busca de sus alimentos. 
En la breve descripción, distinguimos que el idealismo y el materialismo, frente al problema del hombre de pensamiento avanzado, son teorías antagónicas y excluyentes entre sí. No obstante, cada concepción, se ajusta a las exigencias cognoscitivas de un grupo de personas con cierto nivel de conciencia y mentalidad, alcanzada en su larga evolución psíquica. Por eso, sólo para este grupo, cada concepción en pugna histórica, se torna en una categoría relativa de “verdad” a medias.
Debido a la incesante evolución de nuestra consciencia y mentalidad, ninguna de las teorías aludidas ni otras del futuro, pueden satisfacer del todo, la inquietud intelectiva de la humanidad entera. Por eso, una persona que pretendiera dar una explicación formal del mundo; tiene que alinearse, con el idealismo religioso o con el materialismo dogmático. Pero ahora a partir de la Teoría Biocéntrica del Cosmos, cualquier persona que pretenda ofrecer una explicación racional del universo, del hombre, de las realidades concretas y de los fenómenos físicos y psíquicos; hallará en la teoría citada, una tercera explicación, diferente a las dos teorías en pugna. Por tanto el biocentrismo, no es una teoría coincidente con el idealismo religioso, con el materialismo, ni con el agnosticismo conciliador. 
Ahora bien, por el año 340 a. C. Aristóteles, sostuvo que la Tierra, era inmóvil y que, a su alrededor, el sol, la luna, los planetas y otras estrellas; se movían en círculos fijos. Fundado en esta presunción, Tolomeo, formuló en el siglo II d. C, la teoría geocéntrica del universo; la cual, colocaba a la Tierra, inmóvil y plana (según él), en el centro del universo. En base a esta creencia de Tolomeo, en las escuelas de entonces, enseñaban la manera de como ocurre el día y la noche, la salida y puesta del sol, etc. En esas épocas, creencias similares, imperaban en la comunidad científica, hasta que el año 1514, Copérnico; propuso la teoría heliocéntrica del universo; que contrasta, con la teoría de Tolomeo.
Copérnico, aseguraba que la Tierra no era inmóvil, plana ni era el centro del universo como suponía Tolomeo. Según Copérnico, la Tierra gira sobre su propio eje y alrededor del sol inscrito en el centro de nuestro universo inmediato. Un siglo después, esta teoría, fue ratificada por Kepler y luego, por Galileo Galilei. Más tarde, Newton, con la teoría de la gravitación universal, hizo más atractiva a la teoría heliocéntrica; al describirla, con ayuda, de las matemáticas.
El modelo geocéntrico y la heliocéntrica como habrá observado, son teorías materialistas. No tomaron en cuenta, la acción creadora por evolución, de la vida universal infinita ni de sus propiedades psíquicas (consciencia, mente y memoria) y físicas (tiempo, espacio y masa); esta última, definida como medida de la inercia y nexos gravitacionales. Tampoco consideraron, que la materia universal infinita o cosmos sin fin; se halla dentro de la vida universal, infinita, análogo al imán dentro del campo magnético. Ambas teorías, fueron concebidas; tomando en cuenta, sólo a la materia como principio único de toda verdad. Pensando así, Tolomeo colocó a la Tierra, en el centro del universo; mientras que Copérnico, al sol. 
Desde la publicación de la teoría heliocéntrica de Copérnico en 1514, han transcurrido, unos 498 años; antes que Robert Salas Falconi, Moyano de nacimiento, conciba, escriba y publique en Ica, Perú; la obra “Teoría Biocéntrica del Cosmos”. Este libro con subtítulo “Vida increada al interior y contorno de las partículas subatómicas” y con registro internacional ISB: 978 – 987 – 1477 – 74 – 6; consta de 300 páginas, 11 figuras y un glosario biocentrista de A a Z. Está impreso, en la Argentina, por la Editorial Artnovela Ediciones SLR.     
En antítesis a las teorías geocéntrica y heliocéntrica del pasado, la reciente Teoría Biocéntrica del Cosmos, ubica a la vida universal, infinita y creadora (increada); en el interior central y alrededor, de cada partícula elemental y subatómica; por tanto, en el centro interno y periferia del cosmos sin fin. Basándose en las leyes psíquicas del mundo invisible o de las causas mentales y en las leyes físicas del mundo visible o de los efectos
perceptibles; el biocentrismo, expone el siguiente postulado.   
El postulado ontológico, asevera que la vida universal, infinita, increada (no creada), eterna y en oscilación pulsativa (expansión y contracción) por unidad de tiempo similar a la diástole y sístole del corazón, es lo primario y determinante;  mientras que la materia universal, infinita dentro y fuera del espacio y también, eterna en el tiempo y fuera del tiempo, pero precaria en su estado y forma finita, es lo secundario y determinado.
Así, para la singular teoría peruana, la vida universal, infinita, increada, eterna y con designio inteligente como aquella que abandona a nuestro cadáver; es la causa básica o realidad última, de las partículas elementales y subatómicas (micropartículas). Por tanto, la vida universal definida como automovimiento inagotable y ubicua antes y después del tiempo y espacio; es la que diseña, suscita y sustenta, al universo en evolución física y psíquica (evolución cósmica) incesante.
Esta original teoría , al ubicar a la vida universal, infinita y eterna, tanto en el interior central como en el contorno del universo y de las partículas; se constituye, en una tercera concepción esencialista (o espiritualista, en lenguaje religioso) de las realidades concretas del mundo. 
 Continúa, en la segunda parte.
    
Robert Salas Falconi
 Autor de los libros:
1.      “Teoría Biocéntrica del Cosmos” (vida increada al interior y contorno de las Partículas subatómicas)
 2.- “Origen Electro Mental de los Terremotos y otros Desastres” (Nuestros pensamientos positivos o negativos, deciden el destino feliz o infeliz del mundo)

3.-  Pronto: “Los terremotos y la transformación del mundo”  (Los doce grandes desastres naturales)



  

 







Comentarios

Entradas populares de este blog

FRATERNIDAD ONTOLÓGICA UNIVERSAL (FOU) LA FOU, ES UNA ESCUELA GRATUITA DE FILOSOFÍA FÍSICA BIOCENTRISTA Y CUÁNTICA. ¿QUE ES LA FRATERNIDAD ONTOLÓGICA UNIVERSAL? Segunda Parte

FRATERNIDAD ONTOLÓGICA UNIVERSAL (FOU) ¿QUE ES LA FRATERNIDAD ONTOLÓGICA UNIVERSAL? Primera Parte

FRATERNIDAD ONTOLÓGICA UNIVERSAL (FOU) ¿QUE ES LA FRATERNIDAD ONTOLÓGICA UNIVERSAL? Tercera y última Parte