REENCARNAMOS EN LA CÉLULA CIGOTO ANTES QUE SURJA EL FETO
TEORIA BIOCÉNTRICA
DEL COSMOS:
REENCARNAMOS EN
LA CÉLULA CIGOTO
ANTES QUE
SURJA EL FETO
En
el universo infinito y en nuestro organismo finito, sólo existen, dos realidades
opuestas; esto es, la vida y la materia mutua y vibratoriamente entretejidas.
Por tanto, no es el alma ni el espíritu, el que entra al feto; el que se
incorpora al cigoto (de existencia anterior al feto), es la vida humana; la que
después, nos abandona, cundo expira nuestro organismo. Al dejar a nuestro
cadáver, lleva en el subconsciente (mente inmortal), sus últimas experiencias gratas
o ingratas para servir como base, de su nueva conducta en una futura existencia
visible cuando renazca en otro país, en otra familia pobre o rico y en un nuevo
organismo sano o enfermo según el karma personal, familiar y social. Veamos.
En
el capítulo 6 (y figura 9) de mi libro, “Teoría Biocéntrica del Cosmos” (vida al interior y contorno de las partículas
subatómicas) afirmo desde el año 2008; que nosotros como
vidas humanas desencarnadas (desprendidas) de nuestros organismos fenecidos,
reencarnamos cada vez, en un nuevo cigoto (célula diploide donde las cromosomas
de nuestros padres, se combinan) la que evoluciona hasta convertirse, en feto
viable; es decir, en un feto capaz de sobrevivir después del parto.
Según la mecánica ondulatoria (mejor conocido como física
cuántica), la materia en todas sus formas y estados, está elaborada únicamente,
por dos géneros de micro partículas opuestas en masa, espín y carga eléctrica.
Estas partículas subatómicas que establecen la materia universal infinita más
conocido como universo sin fin que gira en el centro interno de la vida
universal infinita, son los hadrones y los leptones. En física atómica, los hadrones, son los
bariones y mesones. Los bariones a la vez, son los nucleones (protones y
neutrones) y los hiperones. Los leptones entre tanto, son los electrones y los
neutrinos.
Así como en mecánica cuántica con
sólo dos clases de micro partículas (hadrones y leptones) está construido
nuestro universo infinito; así también, para la Teoría Biocéntrica del Cosmos
(metafísica biocentrista), la vida universal infinita y la materia universal
también infinita, son las dos únicas realidades vibratorias y
opuestas entre sí, que
existen dentro y fuera del espacio y del tiempo fractal y lineal.
Estas dos únicas realidades, son
los que originan evolutivamente, a todos los objetos que nos rodean; incluidos los
millones de segmentos esféricos de vidas humanas sobrepuestos al mismo número
de organismos. Esto hace que de acuerdo a las leyes psíquicas (mentales) del
mundo de las causas y las leyes físicas del mundo de los efectos; la vida
universal de extensión infinita en el espacio y eterna en el tiempo, es lo
primario y determinante; mientras que la materia universal y también infinita y
eterna pero destruible en su forma finita, es lo secundario y determinado. Por
eso, la vida universal infinita y creadora como aquella que nos deja cuando
expira nuestro organismo, es la realidad última del cosmos paralelo; es decir,
del universo visible e invisible, físico y psíquico, espiritual y mundano.
Puesto que según la metafísica
biocentrista, la causa básica de toda existencia es la vida creadora; entonces,
el que entra a nuestro organismo para animarlo y sale cuando muere, no es el
espíritu o alma; si no más bien, como veremos, el que reencarna en el zigoto y
se desencarna de nuestro
organismo muerto, es la vida
humana redonda. Alma o espíritu, son solo expresiones teológicas; para denominar
por simplismo, a los atributos psíquicos o mentales de la vida universal
infinita al que se define, como automovimiento increada e inagotable.
Los atributos físicos de la vida
creadora, son el espacio, masa y tiempo; mientras que sus propiedades
psíquicas, son la consciencia, mente y memoria. De estas tres propiedades
psíquicas, resulta la inteligencia de toda forma de vida creadora de la materia
inorgánica, orgánica, biológica y humana. A una vida humana desencarnada con
todo su atributo psíquico de su organismo convertido en cadáver; las religiones
denominan alma, espíritu, fantasma o difunto, etcétera.
Ahora bien, cuando después del
acto sexual, los millones de vidas espermáticas por medio de igual número de gametos
masculinos se encuentran a siete centímetros de la única vida ovular sostenida por un gameto femenino; se
establece entre la vida ovular y las vidas espermáticas que las circundan, un
Campo Mental Biótico en el interior de una de las trompas de Falopio. Este
campo de estructura similar al dipolo eléctrico; se halla en vibración y
oscilación (expansión – contracción – expansión) por unidad de tiempo parecido
a la diástole y sístole del corazón. En el proceso de la cohesión electromental
(reencarnación) que acontece entre la vida y la materia dentro de la matriz; el
campo biótico, manifiesta de inmediato, su poder psíquico
de contracción y absorción finitas.
Cuando el campo mental biótico
ejerce su poder de contracción psíquica, se conduce como un resorte tensado en cuyos extremos,
están atadas las vidas espermáticas a través de los gametos masculinos y la
vida ovular por medio del gameto femenino. Por la contracción de este campo
tensado como un resorte, de los millares de vidas espermáticas, solo una de
ellas por medio de un gameto masculino, colisiona y penetra a la vida ovular;
para fecundar al gameto femenino. Después del choque de las células sexuales
opuestas, surge la célula única o
zigoto.
En el momento de la fecundación,
la vida espermática (desprendido de la vida paterna) por medio del gameto
masculino proveniente de los testículos, se combina con la vida ovular (desglosado
de la vida materna) a través del gameto femenino procedente de los ovarios.
Como resultado de esta combinación psíquica de un corpúsculo de vida del padre con
otro corpúsculo de vida de la madre, aparece en el útero como síntesis, la
nueva vida humana por nacer a los nueve meses por medio del feto. En el mismo
instante, el gameto masculino y el gameto femenino, crean por fusión
electroquímica; la única célula diploide o zigoto en el interior, de la nueva y
esférica vida humana por nacer.
Cuando el campo biótico ahora
alrededor del zigoto ejecuta su poder de absorción psíquica, crea en su interior,
un estado de vacuidad; hacia el cual, succiona con fuerza mental irresistible,
a una vida humana preexistente; es decir, vida humana que abandonó, a su
organismo fenecido. De esta manera, atravesando y circundando al zigoto como el
campo magnético penetra y rodea al imán, se hallan la nueva vida humana y la
veterana vida humana preexistente.
Las dos vidas humanas
intrauterinas como una sola unidad de vida o como las fases opuestas de una
misma realidad vibratoria, se someten al proceso psicofísico de la cohesión
electromental con la materia humana en forma de una célula zigoto. A esta cohesión
electromental o penetración de la vida
humana a la materia humana (célula zigoto o diploide) en el instante mismo de
la concepción y no en la séptima semana, por facilismo, se denomina
reencarnación de la vida en la materia.
“Con mis sinceros deseos de paz profunda, abundancia
y armonía contigo mismo y con el mundo, me reitero”
Sincera,
fraterna y ontológicamente
Robert
Salas Falconi
Ensayista y creador de la Filosofía Física Biocentrista
(Metafísica biocentrista o cuántica)
Fundador de la Fraternidad Ontológica Universal
Enlace o
Link: teoriabiocentricadelcosmos.blogspot.com
Teléfono:
056 – 211690 Ica – Perú
Autor de los libros:
1.-”Teoría Biocéntrica del
Cosmos” (vida increada al interior y contorno de las partículas subatómicas)
2.- “Origen Electro Mental de los Terremotos” (nuestros
pensamientos positivos o negativos, deciden el destino feliz o infeliz del
mundo)
3.- En preparación. “Destrucción y
nacimiento de una nueva humanidad
(Salto atómico ─ cuántico, a
una nueva existencia
superior)
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