primera parte:LA CULTURA DEL PERDÓN
TEORÍA BIOCÉNTRICA DEL
COSMOS:
LA
CULTURA DEL PERDÓN
“Todos
los seres humanos, tienen derecho humano de ser libres y felices y también,
perdonados por quienes se creen humanos”
Eva Mozes Kor
Primera
Parte.
Desde
mi subconsciente inmortal, reencarnante y asentada en cada ADN de mis células;
dirijo este artículo, a la mente consciente o cerebral y mortal, de mis amables
lectores. Toda información y las creencias (formas de energías humana), cuando son
asimiladas en el cerebro como falso o verdadero; se mueven, desde la mente consciente
al subconsciente. Aquí la información y las creencias falsas o verdaderas, se erigen
en directores de nuestra conducta, frente al mundo en evolución constante.
Este
artículo psicoterapéutico; está elaborada, con ayuda de los principios esenciales
de la metafísica cuántica y biocentrista de mi autoría. Es decir, en base a la filosofía
dialéctica (ciencia de las leyes generales de la evolución física de la
naturaleza y también, de la evolución psíquica; de la sociedad y del
pensamiento) y de la filosofía física, analítica y biocentrista.
Ahora
bien, en algún momento de nuestra existencia en evolución; todos de alguna manera
a sabiendas o sin darnos cuenta, hemos causado daño, dolor y engaño a nuestros congéneres;
pero otros, se encargaron de pagarnos con la misma moneda. Cuantas veces,
habremos actuado sin caridad o, dijimos palabras que hieren o no pronunciamos expresiones
cariñosas cuando así, alguien requería nuestra amabilidad. Esta insensibilidad;
origina discordias y separaciones entre amigos y familiares. Peor aún más, cuando
creyéndonos dueños de la verdad y la razón, permitimos que nuestra conducta errada,
sirva como modelo normal de vida para los demás.
En
la tercera dimensión de nuestra existencia o mundo físico en que vivimos como
formas físicas entre otras formas visibles, toda verdad; según Einstein, es relativa.
Por eso, no todos, podemos coincidir con otros en nuestros puntos de vista. No
podemos esperar que nuestros conceptos; coincidan con las ajenas. Nuestras apreciaciones,
nunca pueden concordar con otras opiniones; porque nuestros conceptos, son originadas
en base únicamente, a nuestros pensamientos; mientras que otras, derivan del razonamiento
agregado al pensar. Por eso, ninguna realidad; es igual para todos; cada quien,
posee su verdad y razón adquiridas por medio de su cristal con que ve al mundo.
Pero a pesar de los puntos de vistas discrepantes, respetarnos recíprocamente sin
insultos ni ofensas; es conducta únicamente, de personas civilizadas.
Puesto
que nadie es perfecto en el mundo físico, antes de juzgar y condenar a otros; primero
debemos reconocer, las veces que nosotros también, cometemos errores, en
nuestras relaciones sociales, matrimoniales y laborales. Pero como somos
jactanciosos, diremos que nosotros, nunca nos equivocamos. Pero la verdad es,
como seres humanos en actual evolución psíquica hacia nuestra relativa
perfección de consciencia, mentalidad y conceptos; siempre erramos y nos caemos
estrepitosamente.
Por
teleología (no teología), ética y moral, a diferencia de las personas inferiores,
las superiores; ostentan alto nivel de comprensión, reflexión, autoestima, consciencia,
mentalidad y escala de valores. Por eso, únicamente las personas las personas
superiores, no se equivocan, por tanto; sólo ellos, poseen el atributo de condenar
o perdonar. Los inferiores en cambio; son apáticos para indultar a sus agraviantes.
Al respecto, Mahatma Gandhi dijo: “El débil, es incapaz de perdonar. El perdón,
es una propiedad únicamente, de hombres mentalmente fuertes”
Antes
de continuar, veamos primero, un caso histórico que demuestra, que existen
personas superiores; que perdonan, a sus captores y verdugos. Se trata de un
grupo de sobrevivientes del campo de exterminio nazi; que se reencontraron sesenta
años después, en un tribunal alemán, para un juicio histórico. Aquí una de las víctimas,
Eva Mozes Kor, de pronto abrazo al nazi homicida y le perdonó sus asesinatos.
En pocas horas, lo sucedido, era noticia sensacional en todo el mundo. En esta
ocasión, Eva dijo, el “perdón y no el castigo, es la única manera de salir
adelante”.
Eva
y Miriam Mozes Kor, mellizas rumanas y sobrevivientes del holocausto; lo cual, significa
la más grande matanza en masa jamás visto en la historia humana. Era muerte masiva
industrializada y sistematizada de millones de inocentes en los campos de concentración
o exterminio nazi. Aquí, judíos, prisioneros de guerra, pentecostales, gitanos,
negros, masones, testigos de Jehová y mestizos, fueron masacrados; sólo por no pertenecer
a la raza aria alemana. Hubo tres campos principales; Auschwitz 1, 2 y 3.
En
Auschwitz 3, millones de niños, mujeres y hombres, eran sometidos; a trabajo
forzado en las fábricas alemanas, como en la industria farmacéutica Bayer
(productor de la aspirina), fundado en 1863. Aquí, trabajaban hasta morir sea por
enfermedad, inanición a falta de alimentos y por disparos por diversión, de los
soldados alemanes. En los tres campos principales y cuarenta secundarios,
fueron ejecutados en total, más de doce millones de personas de todas las nacionalidades
y edades.
Los
métodos de exterminio nazi, al margen de la cremación en hornos; eran los golpes
con palos, puñetes, patadas, uso de gas mostaza, congelamiento en duchas con
agua helada hasta la hipotermia, inanición a falta de alimentos, ahorcamientos,
desangramientos, asfixias en cámaras con gases venenosos llegando a matar, hasta
ocho mil judíos al día. Entre otros, era la “gota malaya” llamado así, porque
dejaban caer gotas de agua hervida en las extremidades de miles de niños y
adultos, para luego dejarlos a su suerte con las extremidades a media
cocción.
Volvamos
a Eva Kor, cuando en 1944 lo encerraron en Auschwitz 3; tenía solo 10 años. En
este campo, la separaron de su madre y parientes cercanos mientras que a sus
hermanas mayores y a su padre, los ejecutaron en sus presencias; quedando para
la historia, sólo Eva y Miriam.
Setenta
años después de la segunda guerra mundial, Eva envió al mundo, un mensaje que
decía: “No Hay Crimen Que No Se Pueda Perdonar”. El mensaje, fue documentado
por National Geographic; y publicado, como “La niña que perdonó a los nazis”. Cuando
le preguntaron ¿Por qué indultaste a tus verdugos? Eva respondió, descubrí en
mi interior, algo que cambió mi vida; no sabía que yo, víctima del fascismo
nazi, tenía poder mental para perdonar al enemigo. Descubrí además, que el
perdón; pone fin a la violencia y sana, a nuestros males internos. Por eso creo
que perdonar, es una fórmula mágica que trae paz y amor entre las personas. También
dijo; “mientras no perdonamos a nuestros enemigos, nunca seremos libres de la
ira y del dolor; que generan energías de violencia y destrucción”. Yo perdoné,
no porque los nazis los merecían; sino porque yo soy quien merecía perdonarlos.
En
1995, Eva recibió atención mundial, cuando en el proceso judicial, perdonó
públicamente, a los nazis por sus crímenes a su familia y millones de víctimas.
Y también, porque leyó una carta abierta al mundo, para difundir el poder del
perdón y olvidar el pasado para mirar con esperanza, el futuro de la humanidad.
Eva hizo un video sobre su historia del perdón; la cual, tuvo más de cien
millones de visitas. Estos millones de personas atraídos por el perdón, ¿Estuvieron
equivocados? ¿O nosotros, los obstinados para perdonar, somos los desacertados?
Concluiré
esta breve historia de Eva Kor, haciendo resaltar la valentía de ella para perdonar
a los nazis que asesinaron a sus padres, hermanas y miles de judíos; y hoy a
sus 83, promueve el poder del perdón en el mundo. Esta historia de Eva y su
hidalguía para perdonar a sus asesinos, debe servirnos de modelo para nuestra propia
conducta y servir de inspiración para nuestros hijos, frente a nuestros
agraviantes.
Ahora
bien, cuando indultamos a nuestros enemigos; nos desprendemos de nuestras
condiciones mentales negativas que nos lastiman en lo psíquico y psicosomático.
Por eso, como personas superiores y con alta calidad humana, debemos perdonar
al suplicante. Los incapaces, están infectadas con las siete toxinas mentales; como
resentimiento, remordimiento, envidia, odio, temor, rencor y venganza; todas, ocultas
en sus subconscientes. Mientras estén infectas, estos tóxicos psíquicos, corroen
a sus consciencias y mentalidades mal estructuradas desde cuando eran niños
indefensos.
Para
sobrevivir, no solo precisamos de riquezas materiales; necesitamos también
desde que nacemos, hasta la muerte de nuestro organismo de carne y hueso;
afecto, aprecio y cariño de quienes nos rodean.
Continúa
en la 2da parte
“Que
la bendición y el poder mental infinito de la vida universal, infinita y
autoexistente (causa sin causa), se difunda por medio del universo, por el
mundo entero y por vuestro hogar, irradiando luz (sabiduría en oposición al
conocimiento), paz y armonía”.
Sincera,
fraterna y ontológicamente
Robert
Salas Falconi
Ensayista y creador de la Filosofía Física,
Analítica y Biocentrista conocida asimismo, como metafísica cuántica.
Web:
http://www.artnovela.com.ar/salas
Link:
teoriabiocentricadelcosmos.blogspot.com
Autor de los libros:
1.-”Teoría
Biocéntrica del Cosmos” (vida al interior y contorno de las partículas
subatómicas)
2.- “Origen
Electro Mental de los Terremotos” (nuestros pensamientos positivos o negativos,
deciden el destino feliz o infeliz del mundo)
3.- En
preparación. “Destrucción y nacimiento de una nueva humanidad
(Salto atómico y
salto cuántico, a una nueva existencia superior)
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